martes, 26 de octubre de 2010

Adiestrar en positivo


Los animales domésticos aprenden mejor si reciben una recompensa por su buen comportamiento que con duros castigos


Domingo 24 de octubre de 2010

PROFESOR PELUSA ¿Qué significa adiestrar en positivo? ¿No debo castigarlo jamás? ¿Cómo sabrá mi mascota si algo no me gusta? Estas y otras muchas preguntas más se estarán haciendo ustedes cuando escuchan por ahí un adiestramiento positivo, y la verdad que yo creo que el término está mal utilizado pues lo que realmente debería ser su enunciado es 'adiestrar con tu mente en positivo', que puede parecer lo mismo pero no lo es. Si yo como amo actúo conscientemente preparado en la labor que voy a realizar con mi mascota, me preparo psicológicamente y me informo de las capacidades y restricciones que tiene mi alumno, con ello estoy encauzando mi mente positivamente paraa obtener éxito.

Pensar lo que está haciendo el alumno, preguntarme si entendió realmente el mensaje, orientar mis movimientos de acuerdo a su lenguaje, entender las dificultades reales para entenderme para un ser que no habla mi idioma y actuar con paciencia sin desesperarme, repitiendo una y mil veces el ejercicio, son siempre las claves del éxito.

No existe ser alguno en este planeta que haya logrado entablar una comunicación humana parlante con los animales. Todos los que trabajamos con ellos necesitamos muchos días, horas, semanas y meses para tratar de entenderlos. Informarnos y estudiar sus comportamientos es parte de nuestra tarea si la ciencia elegida es la etología. Las experiencias propias y la de muchos otros son nuestra mejor bibliografía, de ahí que muchas veces debamos buscar distintas alternativas para lograr resultados reales en lo que a comunicación con los animales se refiere.

Pero quienes son nuestro mayor aporte son cada uno de los dueños de mascotas. Los que nos dedicamos a esto quisiéramos tener la capacidad de observar los movimientos y comportamientos de todos los animales, pero somos conscientes de que eso es imposible y como, además, sabemos que tratamos con seres vivos diferentes el uno del otro, la tarea se torna mucho más compleja.

Adiestrar positivamente significa estimular con mucha fuerza un resultado por pequeño que este pueda parecer y además hacerlo efusivamente, con gestos de felicidad repetidos muchas veces porque ese idioma sí que lo entienden las mascotas; comprenden las caricias y abrazos y eso les estimula. Si le pediste que se sentara y lo hizo, muéstrale tu felicidad de la única forma en que ellos relacionen la acción con la satisfacción que te provoca a ti, su líder y amo. Por genética, la estimulación es la mejor recompensa a una acción pero siempre, aunque ya haga el ejercicio con regularidad, hay que estimularlo quizá no con la misma efusividad que al principio pero con un 'muy bien' y una caricia le recordamos lo contentos que nos pone que realice mi mandato.

Si por el contrario no realiza el ejercicio requerido, jamás lo castigues utilizando la fuerza física o haciendo ruidos que lo asusten, ese idioma no lo entiende nadie y lo único que provoca es miedo y rechazo en el alumno. La falta de aprecio es el castigo adecuado, ignorarlo, pero no más de dos minutos es la manera de mostrarle que el camino elegido no es el correcto; tu alumno siempre estará feliz de asistir a clases porque sabe que tu atención está al cien por ciento puesta en él, por lo tanto el que dejes de jugar o de prestarle su mirada y lo ignores será una muestra clara de que por ahí las cosas no van bien y verás cómo pasado ese episodio intentará por todos los medios entender y complacer tus requerimientos. 


Amigos, recuerden siempre que no existen malos alumnos, somos los profesores los que debemos adecuar nuestros métodos para lograr efectividad en lo que queremos enseñar. Por lo tanto, como dueños y amos de nuestras mascotas, el que ella aprenda o no sólo dependerá de nosotros.

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