sábado, 24 de septiembre de 2011

Rodeo, ¿deporte de todos los chilenos?

 sep 23, 2011
Por Anyelo Soto Allende, vegano y activista por los derechos animales
¿Es el concepto “tradición” el que debemos usar al referirnos a un acto donde el dolor y la desesperación de un animal sensible que arranca desesperado intentando evitar esta “atajada” que el equino intenta darle obligado por su jinete?
Es en estas fechas, donde Chile entero celebra el cumpleaños de nuestra patria, todos sumergidos en un patriotismo intenso, en celebraciones 
masivas, en actividades culturales y recreativas para todos los integrantes de la familia, fiestas familiares, ramadas y fondas en cada una de las comunas de nuestro país y que son representadas por las autoridades de Gobierno y grandes empresas privadas; los juegos criollos, elevar el volantín, tirar el trompo, jugar al luche, tirar la cuerda, etc. También, está, y es lo que me convoca, la utilización de animales para entretenimiento masivo, cuyo concepto es para una mayoría, Deporte Nacional, enfrascado en una larga tradición histórica en Chile y en varios países del mundo.

Precisamente el Rodeo Nacional, dos caballos y un novillo inmersos en una persecución peligrosa tanto para ellos como para sus jinetes, que embravecidos montan estos caballos que fuera de voluntad deben chocar intensamente, con su poderosa fuerza, a un desesperado y aterrado novilo por sus costados, exponiendo así, este acto, en una brutal y dura campaña que persigue puntos de calificacion ante un jurado que ansioso de ver el espectáculo está posicionado en los más alto de la “medialuna” (recinto donde se practica el rodeo), y en está, donde hay cientos de seguidores, desde niños a ancianos, todos rodeando el campo de ejercicio, esta medialuna, en un intenso grito y ruido a favor de los jinetes en su persecución al animal.
Para miles es un deporte nacional, una tradición Chilena que no puede cambiar ni parar jamás, una gran fiesta que representa a la identidad Chilena y su cultura. Para otros, grupo que crece día a día, es un acto cruel, de abuso y maltrato a los animales usados para este efecto.
¿Con qué defensa y argumento pertenecemos nosotros a uno u otro grupo de Chilenos? ¿Es para nosotros el Rodeo un deporte, que representa nuestra cultura y tradición? ¿Es el concepto “tradición” el que debemos usar al referirnos a un acto donde el dolor y la desesperación de un animal sensible, que rodeado de emociones, arranca desesperado, intentando evitar esta “atajada” que el equino intenta darle obligado por su jinete, macho recio y orgulloso de montar su brillante animal?
Es el mismo Rodeo Chileno el que reconoce que el Rodeo es un deporte rudo, donde se enfrentan poderosas fuerzas de novillo y caballo, donde no es fácil “atajar” al novillo por sus más de 400 kilos de peso, donde la agilidad y habilidad del jinete al controlar el caballo, logran hacer de este caballo el héroe de la jornada.
Hoy, año 2011, donde la ciencia y la tecnología nos han ayudado a comprender la realidad de las cosas y sus verdades que con conocimiento y sabiduría se han sabido obtener, podemos decir claramente, que el rodeo es un acto de abuso. Un acto arcaico y bruto, que con “rudeza” suma fechas entre sus campeonatos dependiendo de animales que fuera de voluntad natural son obligados a ser esclavos de este sistema.

Decir de que el animal sufre un poco, sufre mucho, o sufre nada, pues la palabra sufrir ya nos deja un rechazo al acto cometido, que en el cual nosotros no desearíamos participar para cuidar de nuestra integridad. ¿Acaso el animal no desea vivir conforme a su voluntad de vida, lejos de la desesperación, la persecución y el dolor? ¿Los caballos “entrenados” para chocar, para “atajar”, están ahí a voluntad para enfrentar una masa sólida viva y en movimiento? Siendo empático y racional ante la inquietud, comprendo que no desearía estar ahí, nadie lo desearía.
Por otro lado, ¿porqué no existe una legislación desde el poder legislativo de nuestro Estado para tratar este supuesto “deporte”? ¿Porqué el Estado y alguno de sus servicios sin consulta ciudadana invierte en programas culturales para fomentar la cultura, transformando así al rodeo casi en un bien cultural, así tal cual como pasa con los circos (con animales)? Son los empresarios, las federaciones del rodeo y sus adeptos, ricachones y corraleros, un pequeño grupo poderoso, el que controla y reglamenta este “deporte”, dejando así, a conveniencia de sus prácticas la utilización de animales para efectuar su glorioso y patriótico, pero cada vez más rechazado, acto tradicional en sus “medialunas”.
La cultura, nuestra cultura, Chilenos o no, es nuestra, no de un pequeño grupo de personas, es hora de armar la revolución cultural, dejar al rodeo en el pasado, y que reivindiquemos juegos y prácticas sin animales como una tradición de todos, donde el más chico se divierte con el más grande, donde las canchas y medialunas sean cosa del pasado y de la historia retrógrada de nuestro país.
Es una cuestión de todos, que sea más allá de estar en el escritorio para reflexionar. Hay que salir a las calles a demostrar nuestro descontento. ¿Cuántos animales más deben pasar por esos pasillos de la tortura, camino al nido de jinetes y brutos, donde esperan abusar de él, para que esta tradición termine? ¿Quién enfrentará a las autoridades para abolir esta práctica rechazada? Y claramente el rechazo día a día crecerá más y más, sin duda alguna.
Reflexionemos, ¿Haría deporte usted a choques con su perro? ¿Celebraría usted una tradición donde usen a su perro como mero objeto de golpes y abusos? Miles suponemos que no. Entonces, NO discriminemos en función de la especie, perro o novillo, caballo o gato, son todos por igual. Detrás de cada especie hay sensibilidad, sentimiento, rechazo al dolor y una gran voluntad de vivir en libertad.
¡Es hora de ser consecuentes, el cambio es la abolición!

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