domingo, 24 de julio de 2011

El Chimpancé

20.07.2011
Pan troglodytes)
Simio de la familia de los antropomorfos del orden de los primates. Es el más inteligente de los monos. Es bastante menor que el gorila y, en proporción, tiene el tronco más corto.
Distribución:
El Chimpancé (Pan troglodytes) es natural del continente africano. Su distribución comprende África ecuatorial desde Guinea hasta Tanzania. Área de dispersión de los chimpancés. Vive en las selvas de las altiplanicies del África centro occidental, desde Gambia hasta la región de los grandes lagos.
Población:
Se estimaba una población total en la naturaleza de 150.000 a 170.000 (Lindsey, 1999) chimpancés, pero ya a fines del año 2003, los investigadores estimaron que, en el mundo, hay 38.000 chimpancés cuyo nombre científico es pan trogloytes verus. El peligro de este tipo de chimpancé es el mismo que sufre el chimpancé nigeriano. Como ejemplo, cuentan que ya desapareció de dos países africanos y podría dejar de existir en otros cinco, donde viven menos de mil individuos.

Preocupados por el peligro de los chimpancés, la UNESCO reunió en París a numerosos especialistas y representantes gubernamentales para crear un plan de supervivencia. Allí se difundió que dos de los países africanos donde estos animales corren mayor peligro son Ghana y Guinea Bissau. La población, en cada uno, es de 400 y 200 ejemplares, respectivamente. A la vez, se informó que en lugares como Benín, Gambia y Togo, los chimpancés ya han desaparecido.
Hábitat:
Este primate demuestra preferencia por las selvas lluviosas, los bosques montañosos y las sabanas.
Hábitos:
El Chimpancé pasa gran parte del tiempo en el suelo, aunque es posible que trepe en los árboles. Según cae la tarde los chimpancés se preparan para ir a dormir. Al igual que los otros grandes simios, construyen un “nido” o cama de hojas y ramas, construyen sus nidos sobre los árboles, a no excesiva altura, entrecruzando ramajes y ramitas que apoyan en una rama en horquilla, necesariamente sólida. Algunas veces aparece uno de estos nidos en la extremidad de una gruesa rama frondosa, a ocho, diez y hasta doce metros del suelo. Es posible que varios individuos trabajen juntos para hacer un nido común. Estos nidos también son construidos durante el día y empleados para descansar.

Los chimpancés no tienen vivienda fija. Cambian de residencia según las circunstancias, ya sea para proveerse de alimentos o por otros motivos. Los hallamos con mayor frecuencia en zonas montañosas, tal vez porque las llanuras cultivadas por los indígenas, son siempre menos boscosas y suelen carecer de árboles aptos para la construcción de sus nidos. Generalmente, hay en cada árbol un solo nido o, como máximo, dos, colocados, en este caso, a considerable distancia entre sí.
Estructura social:
No puede afirmarse que los chimpancés hagan vida social; es muy extraño hallar reunidos a más de cinco, y nunca a más de diez, prácticamente. Se reúnen en grupos más numerosos sólo cuando tienen ganas de jugar y divertirse en compañía. Cada grupo emplea un área de acción que puede ser de 10 a 20 kilómetros cuadrados.
Reproducción:
Las hembras usualmente tienen un sólo hijo en cada embarazo. Al igual que nosotros, los seres humanos, es posible que tengan dos, pero la naturaleza es cruel y normalmente sólo se salva uno. El período de gestación toma unos 230 días. Cuando nacen, los pequeños pesan alrededor de 1.8 kg., pero su crecimiento es rápido y se completa en seis o siete años. Las hembras adultas normalmente tienen un hijo cada cinco o seis años. Las hembras logran la madurez a los 8 años, los machos a los 10 años. Los chimpancés jóvenes son (en mucho mayor grado que los adultos) vivaces, activos, amistosos y dispuestos a aceptar la compañía de otros animales y del hombre.
Longevidad:
Se le estima una longevidad en la naturaleza de unos 50 años.
Alimentación:
Se nutre de nueces, fruta, hojas, yemas, y, tal vez, de raíces. Alguna vez se aventura entre los platanales y en los árboles frutales que los indígenas suelen plantar en medio de sus campos de maíz, o bien se detiene en los poblados abandonados por los mismos hasta agotar los frutos de papaya que, en aquellas zonas, se dan en abundancia. Cuando una determinada localidad ya no ofrece suficiente alimento el chimpancé emigra hacia otras zonas, siempre para hallar con qué nutrirse. Es un animal dotado de viva inteligencia y de un inmenso amor hacia su prole. También come hormigas y otros invertebrados, huevos de aves y miel. Caza y se come a los monos, otros primates inferiores y pequeños mamíferos.
Amenazas:
A esta especie se le considera en peligro de extinción.
Descripción:
Los chimpancés adultos de sexo masculino pueden alcanzar, en posición erecta, una estatura que varía entre 1,30 m (que es una medida difícilmente superada por las hembras) y 1,60 m. Un chimpancé macho puede alcanzar un peso máximo de unos 50 kg. Las hembras logran hasta 39 kg. Todos los machos adultos tienen hombros anchos y tórax macizo, en forma de tonel; el tórax es musculoso, pero no se distingue del tronco. Los brazos, muy largos, cuelgan por debajo de las rodillas y están muy musculados.

El chimpancé tiene el cuerpo recubierto por un pelo liso, ni velloso ni lanudo, generalmente de color negro profundo, pero que en algunos ejemplares aparece con reflejos castaño rojizos y mates.Anda sobre las cuatro extremidades; repliega los dedos contra el hueco de la mano, cuyo dorso, por lo tanto, se halla cubierto por callosidades ambulatorias. Y, en cambio, utiliza el pie, tanto con los dedos plegados como extendidos. Hay que señalar que el chimpancé no consigue mantener durante largo rato la posición erecta y siempre tiende a apoyar las manos en el suelo.

El chimpancé se mueve sobre los árboles con gran agilidad, pero cuando presiente el peligro se siente más seguro en el suelo, donde, aunque sea capaz de asumir la posición erecta, tiene costumbre de andar a cuatro patas, apoyando la planta de las extremidades posteriores y el dorso de las últimas falanges de las anteriores

El chimpancé, en libertad, se sienta únicamente cuando quiere reposar. Si no, está siempre en pie o anda. Si advierte que es observado, se apoya en sus cuatro extremidades y huye velozmente. Es un excelente trepador, cosa que se comprende fácilmente observando la estructura de su cuerpo. Para divertirse, se deleita lanzándose de un árbol a otro, con una agilidad maravillosa.
Para defenderse, el chimpancé es capaz de entablar con el hombre una furiosa lucha cuerpo a cuerpo; si teme ser capturado se resiste tenazmente, rodeando con sus brazos el cuerpo del adversario e intentando morderle con sus poderosos dientes.
El excepcional desarrollo de los caninos, observable en los chimpancés adultos, podría señalar su inclinación a alimentarse de carne. No obstante, los chimpancés se vuelven carnívoros únicamente cuando son domesticados por el hombre. Los dientes caninos, por lo tanto, tienen tan sólo una función defensiva, y cualquier chimpancé que se vea obligado a luchar contra un hombre los usará sin dudar un momento.
En su carácter y en su comportamiento tienen rasgos tan parecidos a los del hombre que hacen olvidar la parte de animalidad que, por lo demás, presenta características completamente singulares. Y si su cuerpo es, netamente, el de un animal, su inteligencia no es inferior a la de un niño de corta edad. El chimpancé tiene grandes dotes imitativas, al igual que los niños cuanto intentan remedar a los adultos: imita, por tanto, con inteligencia y raciocinio. Acepta, de buen grado, las enseñanzas y aprende con facilidad. Se halla siempre ocupado en algo, pero no emprende ninguna tarea si no se siente capaz de llevarla a cabo con éxito, y en todo momento es consciente de sus acciones, que parecen el resultado de una larga reflexión previa. Entiende lo que se le dice y, a su vez, se hace entender, aunque no sea capaz de expresarse por medio de palabras; para manifestar con gran claridad sus deseos le bastan pocas sílabas y una serie de sonidos muy acentuados. Sabe reconocer los lugares y las cosas que le rodean y tiene conciencia de su condición. En convivencia con el hombre reconoce la superioridad intelectual de éste y se somete a ella, pero cuando trata con los otros animales tiene plena conciencia de su propia superioridad, especialmente si establece relación con otros monos, a los que considera seres totalmente inferiores. Sabe distinguir los niños de los adultos y, tanto con unos como con los otros, da rienda suelta a su carácter, caprichoso y juguetón.
Uso de herramientas:
Es bien conocida la excepcional capacidad de aprendizaje de este mono y su posibilidad de halla soluciones inteligentes, o sea no dictadas por el instinto, para los pequeños problemas de orden alimenticio.

Más conocida es esa otra faceta de la inteligencia de los chimpancés que les permite utilizar herramientas. Para capturar las temibles hormigas safari, escogen una rama y, tras arrancarle sus hojas y ramitas, la transforman en una vara fuerte y flexible de unos 60 a 70 cms. de largo; acto seguido, la introducen en un hormiguero o en una columna de hormigas, esperan a que éstas trepen en masa por la vara y, con un rápido gesto, se meten la vara en la boca antes de que la hormigas tengan tiempo de morderles. Para capturar termitas, deshojan tallos de hierba y los introducen en los agujeros del termitero; cuando el tallo está lleno de soldados que muerden sus costados, el chimpancé lo retira y se los traga de un bocado. A veces, los chimpancés untan la vara o los tallos con miel para que los insectos no se escapen al retirarlos.

También utilizan palos para saltar cursos de agua. Los palos, y en algunos casos las piedras, también se utilizan como armas defensivas contra los depredadores, en tanto que las hojas se emplean para confeccionar sombrillas, recipientes para llevar agua, etc. Lo más curioso de esta actividad multiforme, que no tiene parangón en el mundo animal y sólo es superada por el hombre, es su aspecto esencialmente cultural: muchas de estas técnicas son específicas de un lugar y se transmiten de una generación a otra. Así, mientras los chimpancés hembras de la selva de Tai, en Costa de Marfil, enseñan a sus retoños el uso de martillos y yunques para partir nueces, esta actividad es desconocida en Gombe, donde en cambio se enseña la “pesca” de termitas con tallos.
Fuente. animales

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