viernes, 18 de febrero de 2011

Las Feroe en rojo

febrero 16, 2011
Ballenas sacrificadas en el puerto de Torshavn. En el pasado los pescadores usaban arpones para cazarlas. En la actualidad el equipo de pesca está legalmente restringido a sogas, cuchillos y ganchos. (REUTERS/Andrija Ilic)

En las Islas Feroe se grita Grindaboð! cuando cientos de calderones o ballenas piloto de aleta larga se acercan a sus 1.117 kilómetros de costa. Entonces, cientos de vecinos de estas 18 islas danesas, perdidas entre Islandia y Escocia, se echan al mar a por el 30% de la carne que consumen durante todo el año. La mayoría son jóvenes en un ritual iniciático a la madurez, en busca de alimento. Porque esta pesca no se vende; se reparte entre los vecinos. Así ha sido durante los últimos 1.200 años. El problema para los ecologistas que lo denuncian año tras año es que en esta

ceremonia se matan entre 1.000 y 2.500 ejemplares de una especie inteligentísima y en peligro de extinción, que se acerca a los humanos por su docilidad y sensibilidad. Utilizan cuchillos para cortar el principal suministro de sangre al cerebro, “el medio más eficaz y humano de matar a estos animales. Pero, naturalmente, da lugar a una gran cantidad de sangre en el agua”, explican en la web oficial de esta región autónoma. Japón suspendió ayer mismo la caza de ballenas en la Antártida por el acoso ecologista, según la versión oficial. Para Greenpeace, responde a la caída del consumo.
Vecinos de Hvalvik observan la captura de los calderones en la bahía. Estos cetáceos han sido la parte fundamental de su dieta desde hace 1.200 años. (REUTERS/Andrija Ilic)
Esta técnica de captura se llama moler y es un método antiquísimo de todo el Atlántico Norte. (REUTERS/Andrija Ilic)
La caza de ballenas piloto está estrictamente regulada por las leyes locales, según el Gobierno de las Feroe. Los ecologistas, sin embargo, aseguran que en la práctica no existe ningún control. (REUTERS/Andrija Ilic)
Ola de sangre. La presión ecologista obligó a las Feroe a depurar las técnicas de captura. Hoy los cortes se hacen más limpios y los cuchillos son más pequeños. (REUTERS/Andrija Ilic)
El Globicephala melas es una especie de hábitos gregarios. Viven en familias de unos 15 ó 20 miembros, compuestas por hembras con su cría y un sólo macho. Llegan a pesar 2.500 kilos. (REUTERS/Andrija Ilic)
Los pescadores seccionan el principal suministro de sangre al cerebro del animal. Según el gobierno de las Feroe, es la técnica más eficaz y “humana”. (REUTERS/Andrija Ilic)
Una familia observa una ballena recién capturada en el puerto de Torshavn. Su carne es muy sabrosa, aunque recientes investigaciones han demostrado que presenta elevados niveles de mercurio que pueden dañar el desarrollo neuronal de los niños. (REUTERS/Andrija Ilic )

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