martes, 16 de noviembre de 2010

Estudio: Los costos médicos del consumo de carne

Los costes de asistencia médica atribuidos al consumo de carne son cuantificablemente altos y substanciales. Physicians Committee for a Responsible Medicine

Neal D. Barnard, M.D., Andrew Nicholson, M.D., and Jo Lil Howard (1992)
Comité de Médicos para una Medicina Responsable
Traducido para AnimaNaturalis por Valeria Buenrostro Leiter
Fotografía de AnotherPintPlease
Objetivo. Estimar los costos médicos de los problemas de salud derivados del consumo de carne.

Métodos. La predominancia de hipertensión, enfermedades del corazón, cáncer, diabetes, cálculos biliares, obesidad, y otras enfermedades alimentarias se han comparado en diferentes estudios entre la población omnívora y la vegetariana. Los costos calculados equivalen a dólares del año 1992.

Resultados. Se estiman costes directos del cuidado de salud atribuidos al consumo de carne en $2.8-8.5 mil millones para hipertensión, $9.5 mil millones para enfermedades del corazón, $0-16.5 mil millones para cáncer, $14.0-17.1 mil millones para diabetes, $0.2-2.4 mil millones para enfermedades de la vesícula biliar, $1.9 mil millones para trastornos músculo-esqueléticos relacionados con la obesidad, y $0.2-5.5 mil millones en enfermedades transmitidas por alimentos. Los costes médicos totales directamente atribuidos al consumo de carne en 1992 se estiman en $28.6-61.4 mil millones.

Los costes de la asistencia médica han resaltado la necesidad de identificar factores que mantienen la alta demanda de servicios médicos.1 Los factores dietéticos comparten con el tabaquismo una gran responsabilidad por las enfermedades en la población adulta estadounidense, contribuyendo a la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer,  diabetes, obesidad, enfermedades de la vesícula biliar, enfermedades transmitidas por alimentos, entre otras. A  diferencia de la situación con el tabaquismo, se le ha puesto poca atención a la estimación de factores dietéticos que contribuyen al coste del tratamiento de enfermedades.

Algunos hallazgos del estudio

(pronto será publicado íntegramente y enlazado desde esta sección)

Hipertensión

La hipertensión es más común entre los omnívoros que entre los vegetarianos. No son claros los mecanismos por los que una dieta vegetariana reduce la presión sanguínea, aparte de su efecto en el peso corporal. El efecto es independiente del consumo de sal o de grasa, y no considera del todo la presencia o ausencia de cualquier nutriente o grupo de nutrientes. Las diferencias de presión sanguínea que típicamente diferencia a omnívoros y vegetarianos puede tener un efecto significativo en el riesgo de enfermedades del corazón.

Enfermedades cardíacas

La tasa de mortalidad estándar para vegetarianos (0.428) era un 29% más baja que aquella para omnívoros (0.601). Los valores medios de colesterol eran más altos para omnívoros (5.78 mmol/litro en hombres, 6.12 mmol/litro en mujeres) que para vegetarianos. De acuerdo a Hodgson,28 el 44.5% de los costes de tratamientos de enfermedades de corazón son para personas menores de 65 años. Cuando se asume que la dieta omnívora responde al 29% de las enfermedades de corazón en ese grupo de edad y 19% de las enfermedades de corazón en edades de 65 para arriba, los costes excesivos de salud atribuidos al consumo de carne son de $9.5 mil millones anualmente.

Cáncer

Las mujeres y hombres que consumen carne de vaca, cerdo o cordero diariamente tienen una incidencia de cáncer de colon de 2.5 a 3.6 veces más, en comparación a aquellos que consumen estos productos menos de una vez por mes. Las tasas más altas de incidencia de cáncer de colon en omnívoros han sido atribuidas a niveles de colesterol y de ácidos biliares más altos, particularmente ácidos biliares secundarios en sus tractos intestinales, en comparación con los vegetarianos. Las tasas de cáncer de pulmón son más bajas en poblaciones vegetarianas, incluso en estudios que controlan el tabaquismo. En general las tasas de mortalidad de cáncer entre vegetarianos están por debajo del promedio de la población en la mayoría de los estudios.

Diabetes

Los omnívoros tienen una predominancia más alta para diabetes que los vegetarianos. Asimismo sucede con enfermedades y extracciones de la vesícula biliar. El sobrepeso, que es más común entre omnívoros, está asociado con un riesgo más alto de vesícula biliar.53 Además, comparaciones internacionales sugieren que las dietas altas en colesterol y grasa y baja en fibra incrementa el riesgo de vesículas biliares.

Sobrepeso

El sobrepeso incrementa el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer, diabetes, y enfermedades de la vesícula biliar. Cuando se asume que el 10% de los $13.1 mil millones de los costes médicos para desórdenes músculo-esqueléticos son atribuidos a la obesidad y que estos costes aumentaron por un 31% entre 1980 y 1992 como resultado de la predominancia incrementada de obesidad, y cuando el coste estimado resultante está inflado desde dólares de 1980 a dólares de 1992, los costes resultantes para desórdenes músculo esqueléticos atribuidos a la obesidad son de $4.4 mil millones.

Otras evidencias emanadas de diferentes estudios

  • Los omnívoros hacen más uso de servicios de asistencia sanitaria que los vegetarianos.
  • Algunas evidencias sugieren que apoplejías, enfermedades diverticulares y artritis reumatoides son más comunes entre los omnívoros.
  • Se creía que las dietas basadas en vegetales requerían una planeación especial para asegurar el valor proteico adecuado. Sin embargo, se sabe ahora que el consumo de una dieta variada de vegetales consumida en cantidades suficientes como para mantener el peso, satisface fácilmente el requerimiento de aminoácidos necesarios, incluso sin tener que combinar con otras comidas.
  • La absorción de hierro no hémico en vegetales es menor que el de hierro hémico en la carne. Sin embargo, las dietas basadas en vegetales proporcionan el hierro adecuado. En los países del Oeste, la deficiencia en hierro no afecta de manera desproporcionada a los vegetarianos. Además, la reducción de hierro hémico ingerido así como de las reservas de hierro están asociadas con el riesgo reducido de cardiopatías, cáncer y otras enfermedades. El equilibrio en el calcio requiere tanto de la ingesta del mismo como de su mínima pérdida. Los vegetales verdes y las legumbres proporcionan calcio, el cual, excepto en las espinacas, es altamente bio-disponible.
  • El aporte de calcio en las dietas vegetarianas está corroborado por varios estudios que muestran que en la población que sigue tales dietas generalmente hay menos fracturas de cadera que en aquellos que siguen dietas basadas en productos animales, quizás debido a que el consumo reducido de carne está asociado a una menor pérdida de calcio por la orina.
  • La obesidad, hipertensión, cardiopatías, cáncer y diabetes ocurren frecuentemente combinadas. En contraste, aquellas personas que llegan a edades particularmente mayores lo hacen con una salud razonablemente buena, y cuando llega su muerte, muchas veces ésta no es precedida por grandes enfermedades que necesiten tratamiento.
  • El hecho de que una enfermedad sea costosa no significa necesariamente que con su prevención se ahorre dinero. Los programas preventivos tienen costes por sí solos, y los beneficios en salud por el cambio de estilo de vida pueden no verse hasta dentro de muchos años.
  • En resumen hay mucha evidencia que muestra que el consumo de carne genera costes médicos substanciales. Se necesitan más investigaciones que sopesen la efectividad de costes de intervenciones que intentan cambiar el comportamiento dietético.
AnimaNaturalis.org

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