Los empleados del parque recibieron órdenes de no dar información
17 mar 2011
Caracas, Venezuela. Un gran bolo de comida sin digerir acabó con la vida de Rosita, la hipopótamo que habitaba el parque zoológico de Caricuao desde hace dos años. "La indigestión le provocó un dolor muy fuerte. Nosotros descartamos cualquier enfermedad infecciosa", contó uno de sus veterinarios, quien prefirió reservarse su identidad.
Rosita nació en 2007 en el zoológico Bararida (Lara) y llegó a Caricuao en 2009, a través de un convenio entre la Gobernación larense e Inparques. Sólo pasó un mes en la exhibición en la "zona africana", al lado del elefante, pues antes estaba aislada para su entrenamiento.
El director del parque, Erik Landarluzi, aseguró no estar autorizado para ofrecer declaraciones. Sólo el presidente de Inparques y el ministro del Ambiente pueden hacerlo, pero tras varias solicitudes a esas instancias, fue imposible obtener más detalles.
Según una nota de prensa en la página del Ministerio, Rosita consumía 25 kg de zanahorias, 35 kilogramos de auyamas, 10 kilogramos de acelgas y 40 kilogramos de pasto de corte cada día. Pesaba 3.500 kilos.
Ayer todo fue tranquilidad en el parque, excepto porque a los trabajadores les impidieron permitir el paso de los periodistas y dar información. Adentro, un usuario aseguró que el fallecimiento ocurrió hace un mes, aunque fue imposible confirmar esta versión.
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Rosita comía y dormía en este espacio. El resto del día estaba cerca de un pequeño lago (Ángel Dejesús)
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