domingo, 8 de agosto de 2010

No a la suelta de visones.

El Viernes a las 1:33


La suelta de visones no sólo no soluciona el problema de los individuos "liberados" sino que empeora la delicada situación de otros muchos animales que ya bastantes problemas tienen como para que les empeoremos aun más la situación. A parte de esto, personalmente no me parece una solución válida desvestir a un santo por si a caso a lo mejor es posible que pudiera ser que quizás se vista otro.

Con relación al escrito http://www.facebook.com/note.Creo que para usar terminología científica lo mínimo que se puede hacer es saber el verdadero significado de los términos que se usan y para hablar de estadística ambiental más de lo mismo.

La suelta de visones me parece una forma facilona de actuar, que sólo deja al descubierto la falta de criterio e imaginación a la hora de buscar formas eficientes de solucionar un problema. No sólo eso, sino que lejos de arreglarlo lo empeora y bastante, no sólo por los daños ambientales (que parece que a algunos antiespecistas les resbalan porque al parecer el medio ambiente es conservar la belleza de coloridas flores) sino también por los estrictamente publicitarios. Las sueltan desacreditan el movimiento antiespecista, vendiéndolo como algo en manos de extremistas radicales con los que no se puede razonar, poniendo a la opinión pública en contra de la defensa de los derechos de los animales y esa opinión pública, por el valor de sus votos, es la única que puede hacer que los gobernantes aprueben leyes que realmente acaben con el sufrimiento animal.

Nunca se hubieran prohibido las corridas de toros en Cataluña si nos dedicáramos a liberarlos de las plazas y dejarlos correr por las calles argumentando que así darán quiebra las ganaderías. Sólo con una campaña organizada, capaz de demostrar coherencia, sensatez, legalidad y respeto se pueden conseguir cosas así. Cuantos más visones se suelten más lejos estaremos de conseguir los apoyos necesarios para prohibir las granjas y convencer a la gente de que los que visten pieles son los auténticos bárbaros y no nosotros.

A sabiendas de las ampollas que levantará y los enemigos que me proporcionará esta frase, he de decir que desde mi punto de vista, cuantitativa y estratégicamente, a los animales y a la defensa de los derechos de los animales le hacen más daño los que sueltan visones que los que los crían. Las batallas más complejas no se ganan dejando libres a las emociones, sino con estrategia, porque por desgracia, la línea recta no siempre es la distancia más corta entre dos puntos.

Dicho esto, asumo el futuro descenso de amigos de mi facebook.

Un saludo.

Ramiro J. Freire

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