Fue acosada por solicitar al Servicio Agrícola Ganadero inspección a animales del recinto.
Trabajadores de circo Los Tachuelas increpando a activistas
El circo Los Tachuelas permaneció más de un mes en Curicó. Durante su estadía, animalistas de diversas agrupaciones organizaron “funas” para rechazar el uso de ejemplares en shows. En una de las manifestaciones, un trabajador del lugar golpeó a un fotógrafo dejándolo con fractura de nariz (agresión repetida en otras regiones) y además María Carolina Moore fue intimidada por uno de ellos por haber solicitado al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) inspección para ver el estado de salud de los animales que son utilizados por los Maluenda (dueños de la carpa) en sus presentaciones.
Según Moore, una vez realizado el procedimiento por parte del SAG, funcionarios del circo fueron a la radio local donde era entrevistada. Con mucha prepotencia dejaron un certificado del organismo gubernamental donde se especificaba que -el profesional Godofredo Lanza Olivares señala que los animales exóticos y de exhibición se ven “aparentemente” en buenas condiciones físicas y de salud, agregando que las jaulas están limpias, con comida y agua limpia y “aceptable” espacio por individuo-.
“Alegué enseguida porque una evaluación debe hacerla un médico veterinario o etólogo con conocimiento en animales salvajes en cautiverio. Los daños no son sólo físicos, también son sicológicos por toda la vida de encierro y dominancia que llevan elefantes, leones y otras especies desde que nacen o son compradas en el mercado ilegal”, sentenció.
Empleado del circo detenido por golpear a proteccionista en Curicó.
Al cabo de unos días fue perseguida por los mismos sujetos que acudieron a la emisora y mientras pegaba volantes por las calles de Curicó.
“Otra situación tensa fue en un supermercado. Un guardia del circo me dijo literalmente –que me andaban buscado para sacarme la cresta-. Respondí con tranquilidad que no tenía miedo”, contó.
Al acudir a la fiscalía respectiva, manifestaron que si hacia efectiva una denuncia por maltrato animal, lo mas probable era que salieran ilesos ya que la actual de protección animal era muy precaria. Mientras que por acoso y por ser un delito difícil de comprobar, probablemente los Maluenda la demandarían por injurias.
Inoperancia
La proteccionista acusó a PrensAnimalista que el SAG no dio una respuesta ética la vez que fue a pedir fiscalización, un funcionario de apellido Mejías manifestó en su oportunidad que ellos sólo veían la procedencia legal de los animales, pero que -no contaban con los medios para evaluar su bienestar-.
Por ello, envió una carta al director del SAG VII Región para pedir una explicación clara de por qué enviaron a un inspector no calificado, quien resolvió que un elefante, animal que sobrepasa las dos toneladas de peso, estaba bien en un espacio estrecho, atado con una cadena de no más de 5 metros.
En este sentido y en teoría, la ley 20380 de protección animal en uno de sus puntos deja en manifiesto que las jaulas de circos deben permitir que los animales se pongan de pie y desplazarse con facilidad.
“Si un circo es capaz de levantar una enorme carpa, temperada, antisísmica, porque no podría tener una jaula plegable que le permita a la elefante dar mínimo diez pasos hacia adelante y lado, sin cadenas, ya que si la privan de los 20 kilómetros que recorre en forma salvaje, mínimo camine cuando quiera y no cuando se le de la gana a Los Tachuelas”, puntualizó.
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